La ley de Ohm es un principio fundamental en ingeniería eléctrica que relaciona la corriente que fluye a través de un conductor con el voltaje a través de él y la resistencia del conductor. Afirma que la corriente (I) que fluye a través de un conductor es directamente proporcional al voltaje (V) aplicado a través de él e inversamente proporcional a la resistencia (R) del conductor. Matemáticamente, la ley de Ohm se puede expresar como:
V = I * R
Dónde:
– V es el voltaje a través del conductor, medido en voltios (V).
– I es la corriente que circula por el conductor, medida en amperios (A).
– R es la resistencia del conductor, medida en ohmios (Ω).
La ley de Ohm se puede aplicar a varios circuitos eléctricos, incluidos circuitos simples y redes complejas. Al conocer los valores de dos variables cualesquiera (voltaje, corriente o resistencia), puedes usar la ley de Ohm para calcular el valor de la tercera variable.
Por ejemplo, si conoces el voltaje a través de una resistencia y el valor de la resistencia, puedes calcular la corriente que fluye a través de ella usando la ley de Ohm. De manera similar, si conoce la corriente y la resistencia, puede determinar la caída de voltaje en un componente.
Es importante tener en cuenta que la ley de Ohm supone que el conductor o componente que se analiza sigue el comportamiento de la ley de Ohm, lo que significa que su resistencia permanece constante independientemente del voltaje o la corriente aplicados. En realidad, hay componentes como diodos y transistores que no obedecen la ley de Ohm debido a sus características no lineales. Sin embargo, para la mayoría de los conductores y resistencias en condiciones normales de funcionamiento, la ley de Ohm proporciona una aproximación precisa.