La ley de Coulomb, es un principio fundamental de la física que describe la interacción electrostática entre partículas cargadas. Fue formulado por el físico francés Charles-Augustin de Coulomb a finales del siglo XVIII.
La ley de Coulomb establece que la fuerza electrostática entre dos partículas cargadas es directamente proporcional al producto de sus cargas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellas. Matemáticamente se puede expresar como:
F = k * (|q1 * q2|) / r^2
Dónde:
– F es la magnitud de la fuerza electrostática entre las cargas q1 y q2.
– k es la constante de Coulomb, aproximadamente igual a 8,988 × 10^9 N m^2/C^2.
– r es la distancia entre las cargas.
La ley de Coulomb se aplica a cargas puntuales (partículas con tamaño y distribución de carga insignificantes) y supone que las cargas son estacionarias. Ayuda a determinar la fuerza entre partículas cargadas, ya sea que se atraen o se repelen entre sí. La fuerza es atractiva cuando las cargas tienen signos opuestos (una positiva y otra negativa) y repulsiva cuando las cargas tienen el mismo signo (ambas positivas o ambas negativas).
La ley de Coulomb es aplicable a una amplia gama de interacciones electrostáticas, desde interacciones a pequeña escala entre átomos y moléculas hasta interacciones a gran escala entre objetos macroscópicos. Desempeña un papel crucial en la comprensión y el análisis de fenómenos como las fuerzas eléctricas, los campos eléctricos y el comportamiento de partículas cargadas en varios sistemas.